Hace 74 años, la apuesta era osada, pero lo hicimos. Con 45 personas y una facturación de 10 millones de euros (el 70 % para la exportación), en la actualidad, GALLAND es   reconocida como la especialista en la fabricación de piezas para líneas aéreas en el mercado ferroviario.

Este éxito es el resultado de largas horas de búsqueda e investigación, en cooperación con nuestros clientes.

Como Director General durante 32 años, estoy orgulloso del progreso realizado. Sin embargo, nada me predestinaba a hacer carrera en el mundo del ferrocarril…

UN ASUNTO DE FAMILIA(S)

Fueron necesarios castillos de arena y unas vacaciones de verano para que nuestras dos familias (D’huy / Galland) entablaran una larga amistad. En el camino, luego de inicios profesionales en el mundo artístico como técnico de sonido, agente artístico y luego importador de guitarras antiguas, desarrollé de forma artesanal un nuevo concepto de cable de audio.

Por falta de recursos, busqué una estructura industrial para comercializar esta innovación y, naturalmente, me acerqué a mi amigo de infancia, Denis Galland, por entonces director general de Jacques Galland SA.

El 1 de abril de 1988, me incorporé a la empresa para crear un departamento de audio.

¡Y no es broma!  Al sumergirme, a mi pesar, en el universo de la catenaria, mi alma de técnico se sintió atraída por todas esas piezas divertidas encaramadas a 6 m de altura. Poco a poco, Robert Dourneau, entonces Director Técnico y gran conocedor de la catenaria, me desvió de mi objetivo principal y me orientó hacia lo que se convertiría en una verdadera pasión. Supervisado por los mejores, aprendí y descubrí el mundo de la industria a través de mi labor en la oficina.

La empresa GALLAND y sus 25 empleados, en aquella época principalmente enfocados al mercado nacional, ya se había forjado una sólida reputación por sus aisladores de sección, equipos tensores y diversos equipos.

Dos años más tarde, trabajábamos en estrecha colaboración con los ingenieros de la SNCF (Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses) en la segunda generación de equipos de alta velocidad: una experiencia altamente enriquecedora, en contacto con pioneros y expertos en catenaria.

Además, descubrimos grandes proyectos, como el estudio y la fabricación de equipos para el Túnel del Canal de la Mancha: mi oportunidad de elaborar un plan de control de calidad y emprender las acciones para obtener la certificación ISO 9001.

 

APERTURA INTERNACIONAL

El año1992 marcó un giro importante para la empresa. Reconocida por su pericia y la calidad de sus productos, GALLAND fue más allá de sus fronteras y adquirió una dimensión internacional con su primer gran mercado de exportación en China.

En Francia, GALLAND intervino en la renovación del tranvía parisino y, a pedido del departamento de ingeniería de la RATP (empresa pública autónoma de transportes públicos parisinos), colaboró en el desarrollo de una nueva norma denominada «LAC eco». El comienzo de la moda del tranvía nos permitiría estar presentes en todos los tranvías franceses e incluso más allá de China y Brasil…

Tres años después, asumí el cargo de Director Técnico y Comercial. El equipo de GALLAND se reforzó con la llegada de dos colaboradores, Dominique Bec en la oficina de diseño y Marc Mattia, en calidad. A partir de entonces, consolidamos nuestra presencia en el mercado nacional y continuamos con nuestro desarrollo exportador: India, China, Japón son nuestro día a día, sin olvidarnos de Europa, Canadá, Brasil y el norte de África.

En 2000, Denis Galland, presidente y director ejecutivo, me ofreció el puesto de director ejecutivo, que acepté con cierto orgullo.

 

 INSTALACIÓN EN LA PROVINCIA FRANCESA DE GIRONDA

Comprometido con mi tarea y siempre motivado, había llegado el momento de cambiar. La empresa con sede en Choisy-le-Roi, en los alrededores de París, ya no cumplía con los criterios de desarrollo deseados. Decidimos trasladar la empresa para instalarla en Aquitania, donde la familia Galland ya desarrollaba su actividad de fundición de aluminio y donde tenía su propiedad vitivinícola.

En abril de 2003, inauguramos el nuevo sitio en La Lande de Fronsac.

Con una herramienta eficaz y un equipo competente y especializado, el camino ya estaba despejado. Gracias a la acción conjunta con “Fonderies du Bélier” y bajo la atenta mirada de Philippe Galland, la expansión se puso en marcha. GALLAND debía convertirse en una pyme estructurada y competitiva para hacer frente a la competencia internacional.

Labor realizada. GALLAND está presente en más de 25 países. La innovación, la calidad de nuestros productos y nuestra pericia, fruto de 74 años de experiencia dejados por nuestros mayores y nuestras diversas colaboraciones, nos sitúan como actores clave en el sector de la catenaria.

 

EL PASE DE RELEVO

Ha llegado el momento de pasar el mando. Por eso, a finales de este año, dejaré mi cargo. GALLAND ha sido una gran parte de mi vida. En unos meses le diré adiós, no sin emoción. Agradezco sinceramente a la familia Galland por depositar su confianza en mí durante todos estos años. Fue un verdadero placer vivir mi pasión en un ambiente agradable donde “éxito” rima con “libertad empresarial”.

Estoy seguro de que todo el equipo de GALLAND estará dispuesto a continuar con pasión y rigor esta gran aventura que comenzó en 1946, respetando los valores que siempre han sido nuestros: calidad, innovación y servicios.

Todo mi agradecimiento y sincero respeto a quienes han compartido mi viaje y que, a través de su experiencia y conocimientos, han alimentado mi sed de aprendizaje y emprendimiento.